Cortes en
ángulo, escuadrías perfectas, maderas mecanizadas y tratadas con productos
químicos, todo ello es el resultado del avance en la industria y en el cálculo
de estructuras de madera que hacen nuestro jardin más bonito. Sin embargo no deja de sorprenderme como todo esto no
es posible si en un principio hubiéramos hecho lo que aún se sigue haciendo en
tantos países del hemisferio sur, con los mismos métodos y las mismas
herramientas que hace 100 años. La foto pertenece a un lugar llamado Puerto
Chávez una pequeña comunidad a una hora en barca rio debajo de Bella vista, EL
Beni, Bolivia. Simples troncos de una determinada madera elegidos a conciencia
por su largo y su elasticidad y colocados formando esa estructura que poco después
será cubierta por un material aislante térmico y contra la lluvia como son las
hojas de una palmera en concreto que tras cortar y colocar de una forma específica
y con una durabilidad de unos 15 años hacen las veces de las cubiertas tan
elaboradas que nosotros montamos… naturaleza en su plenitud. Cuanto se aprende
de esta gente tan maravillosa y natural.